Hace una semana violaron a una empadronadora
mientras cumplía su labor como voluntaria en el Censo Nacional y fue la gota
que rebalsó el vaso, se propagó el hashtag #PeruPaisDeVioladores que ha causado
muchas diferentes reacciones, para ser totalmente sincero cuando recién lo vi
me dolió, yo soy peruano y no soy un violador y me sentí afectado, pero no dije
nada, tuve que reflexionar al respecto y le tuve que dar muchas vueltas en mi
cabeza para llegar a una conclusión, y en realidad esto viene luego de ver como
solo en un mes 3 casos muy fuertes se hicieron mediáticos, los 3 diferentes y
muy graves y que me afectaron bastante…
Primero pudimos ver como Martin Camino en pleno
Miraflores arrastraba a su pareja, Micaela de Osma, de los pelos por el suelo
en plena calle y luego la arrastró por las escaleras subiendo a su apartamento,
y felizmente una vecina lo grabó y tuvo el valor de enfrentarlo y luego
exponerlo en redes… Pudimos ver hasta a la hermanas del agresor expresando su
vergüenza por lo ocurrido y su apoyo a la pareja de su hermano. Sin embargo
vimos a un abogado que públicamente justificó la agresión diciendo que “…no la
arrastró, solamente la jaloneó…”, primero que nada creo que las imágenes son
muy claras, este “señor” arrastró a una mujer de los pelos por los suelos, y
segundo, que ni siquiera tendría porque jalonearla contra su voluntad… y por si
no fuera poco luego la congresista fujimorista y además Presidenta de la
Comisión de la Mujer, Maritza García, declaró públicamente que “…hay agresores
sanos…” y justificando una agresión con el argumento de que a veces son las
mujeres las que los provocan diciendo cosas que nunca debería decir una mujer a
un hombre como “me voy” o “te engañé”… a ver, no solamente es el hecho de que
si un hombre quiere terminar una relación e irse pues se va y si una mujer
quiere hacerlo pues SE VA y listo, y si alguien te traiciona es cierto que
puede doler y a veces nublarse un poco la razón, pero si tu pareja te engaña,
la única solución factible es terminar la relación, no pegarle, no apuñalarla,
no dispararle, no hacerle daño físico ni parcial ni fatal, simplemente TE VAS y
sigues con tu vida.
Pero independientemente de eso lo que duele es
que sea la Presidenta de la Comisión de la Mujer (que luego renunció al cargo
pero sigue integrando dicha comisión) la que sea capaz de justificar a un
agresor y lo que evidentemente hizo estallar las redes e inundó de una profunda
indignación a muchos peruanos.
Posteriormente se supo que en Pomabamba una
bebe de tan solo 2 meses fue violada por su padre: Julio Salcedo Chavarría. A
ese nivel llegamos, una bebe de 2 meses no está a salvo ni siquiera en su casa
con su padre? Cómo es posible que algo así suceda, escapa a mi poder de
comprensión y pone en duda muchas creencias que uno tiene, sobre la gente,
sobre tu país y sobre muchas cosas más, y la sorpresa es aún mayor cuando sabes
que la madre encubrió al violador pederasta. Hoy la bebe está internada en un
hospital de Lima en estado de gravedad, luchando por su vida.
Y finalmente el pasado fin de semana durante el
Censo Nacional que paralizó al país, en medio de las quejas por la ineficiencia
del proceso llegó una noticia bomba, una empadronadora que voluntariamente estaba
apoyando este censo fue violada mientras censaba una casa en Villa El Salvador
por Marco Antonio Luza. De acuerdo a la versión de la víctima y de su hermano
el INEI al enterarse de lo sucedido preguntó primero si había llegado a
culminar el llenado de la cédula y luego ofreció mil soles para que no hicieran
de conocimiento público el asunto. Luego tuvimos que lidiar con comentarios en
redes donde se podía ver como claramente una parte importante de nuestra
sociedad piensa que una víctima es culpable de ser atacada… ¿Qué habrá tenido
puesto?, ¿Para qué se va a meter a una casa desconocida?, ¿Quién la manda a ir
a una zona peligrosa?... y lo peor es que estos comentarios ya se han vuelto el
pan de cada día… Incluso el mismo violador parece no entender que lo que hizo
fue una violación, porque dice que la víctima “no gritó”… Solo la víctima sabe
que pasó por su cabeza en ese momento, pero si te tratas de poner en su lugar
por un minuto te imaginas que puede haber tenido miedo, que debe haber pensado
en sus hijos y aterrorizarse pensando que si se resistía o gritaba su vida
podía estar en peligro o un sinfín de cosas que la hizo reaccionar de una manera
determinada a la agresión.
Estos son solo algunos pocos casos, los que se
hicieron mediáticos, los que tuvieron la “fortuna” de llegar a las redes y a la
prensa con lo cual hay un poco más de probabilidades de que encuentren justicia
y los agresores terminen tras las rejas… y encuentro un solo patrón, los 3
casos son distintos, unos más graves que otros, en lugares distintos, en clases
socio-económicas distintas, con víctimas variadas… lo único que se repite es que
en cada caso hay un hombre enfermo que cree tener derecho a decidir y a someter
contra su voluntad a una mujer, ya sea una bebita indefensa, una mujer
desconocida o tu propia pareja.
No me gustan los extremos, no estoy todavía
100% seguro de que se pueda llamar al Perú un país de violadores, pero si es
cierto que no hay clasificación al mundial que quite el dolor de saber que en
tu país pasan estas cosas, que mi amada sobrina de 3 años vive en la 5ta ciudad
más peligrosa del mundo para las mujeres. Que cualquier mujer que quieres o
amas, sea tu pareja, tu familia o tu amiga puede cruzarse en cualquier momento
con un enfermo que arruine su vida o le deje una cicatriz traumática de por
vida... Por eso aunque no estoy seguro de que seamos un país de violadores si sé
que somos un país de cómplices, un país demasiado tolerante a la agresividad
hacia las mujeres, donde demasiados guardamos silencio ante una injusticia y
eso es algo que tiene que cortarse de raíz.
Hemos sido criados en una sociedad
machista, es verdad, pero vivimos en una época donde la globalización nos
permite acceder a información de todo el mundo, a ver como son realmente las
cosas y como deberían de ser, a dónde deberíamos apuntar como sociedad, y
debemos usar nuestro criterio e inteligencia para terminar con ese machismo
aprendido, para dejar de pensar y actuar como si fuera normal que se incomode,
moleste o toque a una mujer que solamente pasa caminando por la calle o que
está montada en un autobús. No es gracioso, no es normal, no es justo, ella
podría ser tu madre, tu hermana, tu hija.
No estoy de acuerdo con las personas que dicen
que les parece mal que se críe a las
mujeres para ser defensivas o cuidadosas, y esto es porque hoy día vivimos en
esta realidad, y hay que aprender a no exponernos a los peligros latentes, así
que es importante aprender a estar un poco a la defensiva, a cuidarse, a no
exponerse a situaciones que puedan resultar complicadas e incluso a alejarte de
personas dañinas, como esa posible pareja que te maltrata, psicológica,
emocional o físicamente. Esto lo digo por experiencia propia, yo siendo hombre
he sido asaltado, he sido acosado, he sido pepeado y he sido golpeado, y eso me enseñó a no exponerme a ciertas situaciones y
a alejarme cuando el agresor es alguien cercano.
Ojo, entiendo el punto de que en vez de enseñar
a las mujeres a cuidarse y ser defensivas deberíamos procurar cambiar el
pensamiento actual y moldear la sociedad, pero hoy tenemos que ser conscientes
de la realidad actual, por lo tanto enseñarles a ser cuidadosas, a no exponerse,
a defenderse y a alejarse del peligro es una pseudo-solución temporal y de
corto plazo que se hace necesaria.
Y cuál es la solución definitiva? De nosotros
depende criar y moldear a las generaciones menores, enseñarles sobre la
igualdad de derechos para todos, enseñarles que la violencia contra la mujer y
en general contra cualquiera NO ES NORMAL y que debe ser combatida, denunciada
y castigada, enseñarles que la víctima no tiene la culpa, que la respuesta a
una denuncia JAMÁS es un ¿Cómo habrás ido vestida?”, ni un “Seguro lo habrás
provocado” ni un “Para qué tomas tanto?”. Cambiemos la forma de pensar de
quienes en el futuro serán los protagonistas de nuestra sociedad y terminar con
los Martin Caminos, Julio Salcedos y Marco Antonio Luzas que acechan a las
mujeres y que ellas puedan vivir tranquilas, caminar por la calle, subirse a un
micro, vestir como quieran e ir a donde quieran sin tener miedo de que un
maldito las vulnere contra su voluntad.
Por un Perú mejor, peleemos por ellas y junto a
ellas, qué les parece si empezamos este Sábado 25 de Noviembre marchando con ellas?
#NiUnaMenos
01/11/2017